miércoles, 12 de diciembre de 2012

El reflejo de lo que somos.

Un pintor podría expresar lo que siente con un pincel y un lienzo, incluso con un lápiz y un papel. Un dibujo, una pintura, un cuadro, que para nosotros es algo tan simple, para ellos expresa lo inimaginable. 
Los escritores hacen exactamente lo mismo, más no de manera tan abstracta, ellos usan las palabras, la tinta, la sangre de los bolígrafos para decir que sienten, como están, que les duele en el alma, como quieren que sea su vida, que desean, todo. 
Para un músico, su vida es simplemente música.
 Un Do por arriba, un Re por abajo. Clave de Sol, Clave de Fa. La cuerdas de una guitarra, las teclas de un piano, el boom de una de batería. 
Adrenalina en estado puro. 
Decir todo lo que quieres con la música, !qué bello suena! 
Cada uno de estos ARTES, son grandes, hermosos. Así es el arte de amar. 
Cuando amas a todo aquel que te rodea, de esa manera se puede medir cual es la calidad de persona que eres. Cuando desnudas tu corazón, cuando echas raíces en cada una de las personas que están contigo día a día, cuando dejas huella para bien, ahí se nota de que está lleno tu corazón.
  ¡AMAR! Suena como algo tan irreal, tan inexistente, pero créeme que cuando se ama, cuando uno no se conforma con amar solamente a una persona, sino que decide amar aun a aquellos que te han hecho daño, tu vida cambia, da un vuelco de 360º. 
Desea enamorarte más, desea amar más. Desea soñar más. Desea que todo lo bueno que tengas en tu vida, crezca. Desea sembrar en la vida de los demás. Desea ser mejor persona cada día. Desea, desea y sigue deseando crecer en todo, en Estatura, en Sabiduría y en Espíritu

Pide que lo que hay en tu corazón sea cada vez mejor,
 pues lo que hay en él es el reflejo de lo eres. 


Dibujo ilustrado por: Sonia.

lunes, 29 de octubre de 2012

"Tú, ya no peleas sola"

La carrera continúa. Acabo de empezar, y ya me he caído. Curioso es, que lo que más vale la pena, es en lo que mas cuesta continuar. Pero es así, y hay que seguir. Están esos corredores que apenas están calentado, miran la meta y la ven lejana, pero interesante, pero aún así no se deciden a empezar. Están aquellos que corren, pero van a paso de tortuga, se cansan en mitad de la carrera y se rinden, abandonan. Luego están los que se meten un spring al principio, y a mitad de la carrera ya no pueden más. Después tenemos a los que corren por correr, los que no saben a donde van, y tampoco se preocupan por averiguarlo. Luego los que corren en el sentido contrario, en círculo, acaban llegando siempre al mismo sitio de partida. Lo curioso de este tipo de personas es que aunque su alrededor le esté dando indicios de que está corriendo en dirección opuesta, no escucha, y sigue corriendo. Son pocos los que realmente se paran a pensar, se dan cuenta de su error, y la cantidad de tiempo que han perdido. Pero después, están los que se deciden a empezar, son constantes, tienen fuerza. Luchan por llegar a la meta, como sea, por ser los mejores, los primeros. Pelean con ellos mismos, abandonando muchas cosas para poder continuar, despojándose de todo peso y toda carga que les impida seguir. 

Porque, queridos lectores, la carrera de la vida, no es una carrera de velocidad, sino de resistencia, y no se es mejor por correr más rápido, ni llegar antes, si en todo el recorrido no has aprendido absolutamente nada.


lunes, 16 de abril de 2012

As a circle, everything returns.

Todo pasa. Todo tiene su tiempo. Debes hacer que tu corazón entienda los límites de su sentir. Trata de no perder el control ni dar rienda suelta a lo que sientes, no permitas que tu corazón se desboque, porque entonces sangrará tu alma. La experiencia nos da la fuerza para seguir adelante, pero más vale aprender de sabios consejos, que de malas experiencias, aunque nosotros, como jóvenes muchas veces necesitamos golpearnos con la misma pared varias veces para reaccionar. La experiencia es eso, cicatrices, errores aprendidos. La ignorancia errores por aprender.

Es cuestión de que sepas esperar.

martes, 31 de enero de 2012

Germany.

Te fundes en la nieve. Árboles helados, es invierno. Once días de mi vida invertidos en un viaje fantástico, perdida en la Alemania invernal, un gran espectáculo. Estrellas que se ven desde las seis de la tarde, noches enteras. Gente increíble. Tardes de frío y calefacción con chocolate. Risas. Llantos. Caídas y fotos. Vídeos. Canciones. Fiestas y bailes. Los coches apenas se oyen. Estás en mitad de un círculo muy redondo en donde todos son felices. Me siento en el aire, como si volara, como si nada pudiera pararme. Estoy en mi sitio, en el lugar pensado y diseñado para mi. Todo era perfecto hasta el pasado 29 de enero de este año. Coger un avión de vuelta a casa, que horror. No quiero regresar, me siento impotente por no poder hacer nada para quedarme y seguir viviendo todo aquello. Ahora solo queda el recuerdo, las fotos, la experiencia y las lágrimas. Me alejo, pero mitad de mi corazón se quedó, mi alma sigue allí, ella aun no ha regresado, y no se cuanto pasará hasta que lo haga. Me despierto después de llorar toda la noche, y no quiero levantarme, no tengo ganas de nada, pero he de cumplir con mis obligaciones, pero es lo que menos me importa, ahora solo pienso en toda la gente que me ha echado de menos, y por ellos me levanto. Pongo un pie en el suelo, no es posible, estoy en casa. 
Me niego, no quiero estar aquí. Llega la tarde, lloro de nuevo, son demasiadas cosas en muy poco tiempo. Ahora solo puedo pensar en como sería el día de hoy, que estaría haciendo si siguiese estando allí. No me cabe en la cabeza que eche tanto de menos todo aquello, que les eche tanto de menos. 
Ahora solo me queda asumir que estoy en casa, de vuelta, con las mismas caras, la misma gente, los mismos sitios, lo mismo de siempre. Pasará bastante tiempo para que algo así se vuelva a repetir, yo solo quiero decir que el 29 de este mes a punto de llegar, se convertirán en once días llenos de sorpresas, y que así pasen cinco años. 

viernes, 6 de enero de 2012

Don't give up

La vida cobra sentido cuando se hace de ella una aspiración a no renunciar a nada.